Hoy en día muchas personas entran en el yoga buscando estar mejor, intentando mejorar su vida, intentando aprender cómo vivir con menos desequilibrios y en resumen intentando sufrir menos. El objetivo es intentar alejarse del dolor y acercarse lo más posible al placer de la vida. Pero el yoga verdadero nos dice que una mente ecuánime ni huye de uno ni mendiga lo otro, sino que camina desprendida y serenamente entre ambos. Nos dice que solo una persona con una mente desapegada y en paz puede vivir sin estrés, solo el que renuncia puede confrontar la vida de una manera pacífica.
Según el yoga el estrés nace de los apegos (raga - dwesa) de la pasión y de la aversión de los sentidos. La gestión yóguica del estrés nos enseña que los sentidos son muy traidores y a menudo su comida es como una droga. Cuanto más se les da mas hambre tienen. Son muy adictivos.
Por un lado hoy sabemos que el estrés puede causar o empeorar desordenes digestivos, crear hipertensión, aumentar los niveles de colesterol dañando las arterias, agravar enfermedades del corazón, empeorar condiciones intestinales, acrecentar la susceptibilidad a infecciones y virus, intensificar la percepción de dolor, crear dolores de cabeza, contribuir a desordenes inflamatorios y dificultar la recuperación posterior a traumas corporales. Todo eso y más.
Por otro lado prevenir y resolver el estrés es posible, no es tan difícil y es necesario para cuidar nuestra calidad de vida.
Hay muchas maneras para ello, una de ellas es el entrenamiento del yoga.
Lo primero:
Para manejar el estrés uno debe examinarse a si mismo en el espejo de la verdad.
Se requiere un sincero deseo de cambiar de vida.
Sin práctica regular no puede haber mucha mejora.
En segundo lugar viene el proceso de aprendizaje de cómo recuperar la armonía con uno mismo. Aqui es donde entran los Yama y Niyama del yoga. Sin ellos no puede ser. Éstos incluyen también una comida limpia o dieta higiénica, buena hidratación, ejercicios aeróbicos y suficiente descanso. Para los casos agudos algunos procesos de limpieza (kriyas) son muy útiles. Cuando el estudiante equilibra la acidez de la sangre y se siente limpio por dentro, naturalmente se pone en calma un tiempo.
En tercer lugar, hay ejercicios del yoga que equilibrarán la postura y la respiración. Hay algunas posturas y ejercicios que nos transmitirán:
· Presencia
· Confianza
· Balance
· Relajación
· Equilibrio
La relajación del cuerpo y la consciencia en la postura nos ayudará a tranquilizarnos y a estar sobre nuestros pies. La experiencia nos dice que el yoga funciona desde mismo primer día y que es posible sentir un gran cambio en la calidad de vida con sólo un poco de tiempo (25 min.) de práctica regular cada día en nuestra casa.
La correcta gestión del estrés precisa:
· Aprender cómo respirar mejor. La respiración yóguica deberá ser aqui exhalatoria.
· Estirar el cuerpo y mejorar la flexibilidad. La atención a la realidad y al presente.
· Coordinar el movimiento de las posturas. Hay que comparar posturas del cuerpo y sentir la diferencia.
· Practicar la confianza y el auto control. Un poco de voluntad y auto gobierno.
· Poner en calma y relajar la mente. Controlar las reacciones exageradas.
· Escuchar al yo interno en silencio. En silencio corporal primero y mental después.
Sin olvidar buscar el punto del medio en todo eso, no queriendo forzar el cambio. El cuerpo se mueve despacio.
El yoga puede ofrecernos el mantenimiento de la forma física, estabilidad mental y emocional a través de sus ejercicios posturales y respiratorios. Para disolver el estrés las posturas de yoga o "asanas" se pueden hacen tumbados, sentados y de pie y se deben de hacer a la vez el cuerpo, la respiración y la mente o atención, así se integra y fortalece la persona.
En resumen la salud y la tranquilidad son una necesidad para todas las personas hoy en día, pero debemos de saber que con el yoga bien practicado disponemos de un programa claro y conciso a seguir.