El prana y los pranayamas:
Pranayama (en Devanagri: (प्राणायाम, prānāyām)
Patanjali define al pranayama en el Sutra II.49 de sus Yogasutras como:
“la regulación o suspensión de ambos movimientos respiratorios, la inhalación y la exhalación”
La palabra “pranayama” proviene del sánscrito prana: energía, respiración, vida, vitalidad; y de ayama: extensión, expansión, regulación, prolongación, educación, restricción o control. Esto nos muestra el camino a seguir en el yoga de la educación de la respiración. Buscamos una respiración más prolongada, extendida y controlada, es decir más lenta. ¿Por qué? por que como dice el Hatha Yoga Pradipiha (2:2) "cuando el prana se mueve, la mente se mueve. Cuando el prana no se mueve, la mente no se mueve". En resumen la práctica del pranayama se hace para intentar pacificar la mente. Aquí el prana es el pegamento que une el aire y la mente. Aunque muchas veces unamos aire y prana. El prana es algo diferente del oxígeno que circula en el cuerpo físico. El prana no es solo el aire material que se mueve dentro de la nariz. La inhalación y la exhalación, las hace el aire. Pero entonces, ¿por qué a la regulación de la respiración en las fosas nasales se le da el nombre de pranayama? Al proceso de regulación de la respiración se le da el nombre de pranayama, porque entrenar la respiración es la manera indirecta de ganar en última instancia el control sobre la fuerza vital sutil que está presente dentro del aire como prana.
Generalmente nuestra respiración es bastante irregular, inconsciente y automática. El pranayama comienza por observar las variaciones de nuestra respiración y condicionar a nuestro ser para que de manera consciente regulemos nuestra inspiración, exhalación y suspensión del aire mediante un entrenamiento regular y armónico.
Siempre sin forzar y esperando un tiempo antes de hacer suspensiones de la respiración. Nunca haciendo retenciones a la fuerza.
Contrariamente al deporte, la respiración del yoga se hace en quietud. Esto permite la tranquilización del prana en el cuerpo, el cerebro y por lo tanto sobre el órgano verdaderamente pensante para el yoga en el ser humano, el corazón.
El objetivo principal de las técnicas de educación de la respiración en el yoga es prolongarla y relentizarla, para eso los yoguis utilizan principalmente dos técnicas:
1) La respiración completa, que consiste en llenar los pulmones a su máxima capacidad, con el fin de recuperar el movimiento natural del diafragma que todos tuvimos cuando fuimos niños, obteniendo una respiración abdominal profunda.
2) La respiración alternada, se logra tapando y respirando alternativamente con sólo una fosa nasal. Los practicantes utilizan medidas o matras, es decir, contar el tiempo de inhalación - exhalación – suspensión. El objetivo aquí es la suspensión natural y nunca violenta de la respiración.
Se dice que estas técnicas, permiten una mayor oxigenación y ventilación de la sangre, aumentando la duración de los intercambios gaseosos desde los alvéolos pulmonares, mejorando la capacidad de los pulmones de alcalinizar el organismo. Básicamente alcalinidad es salud y acidez es enfermedad. La correcta alalinización de los sistemas se ve reflejada en una mejora de la salud de todo nuestro organismo.
En un principio, el prana sería la energía del sol. Al ser humano le llega directa o indirectamente a través del aire, el agua o los alimentos como los enlaces de alta energia que conforman los azúcares.
Fases de la respiración en el pranayama
• inspiración (puraka)
• suspensión con aire (kumbhaka)
• exhalación (rechaka)
• suspensión sin aire (shunyaka)
Pranayamas más comunes:
• Ujjayi o Uyai, usualmente llamado "el sonido" de la respiración o "el sonido
de la garganta", debido al sonido que se produce al contraer levemente la glotis. Es el sonido que escuchamos si nos oímos a nosotros mismos respirar. La inhalación y la exhalación se hacen por la nariz, son profundas, largas, pero siempre suaves. Los beneficios son la tranquilidad del ánimo, la instrospección de los sentidos, la mejora la concentración y de la atención.
Lo hacemos siempre sentados, pero también puede practicarse de pie o incluso andando.
Siéntese en postura que le resulte cómoda con las piernas cruzadas según sus posibilidades; mantenga la espalda bien recta, suavemente estirada hacia arriba.
Cierre los ojos e imagine que su mirada se dirige hacia el interior de sí mismo; mantener la boca cerrada pero sin tensarla; hay que tragar saliva y al término de este movimiento la glotis queda parcialmente bloqueada; en estas condiciones, inhalar despacio y a fondo; el flujo del aire, frenado por el bloqueo parcial de la glotis, producirá la emisión de un sonido peculiar, que el practicante percibe con mucha claridad. Habiendo expulsado bien, cerrar parcialmente la glotis e inspirar controlando la zona abdominal para que el flujo entrante tienda a subir. En los dos casos emitir el sonido antes dicho
como un suave ronquido. La zona costal se dilata, para continuar elevando la zona clavicular. Al final de la inspiración el pecho adopta una posición plena. Tras una muy breve suspensión, expulsar emitiendo el mismo sonido. La zona abdominal coopera en la expulsión, la zona costal se va cerrando y, por último, las clavículas descienden. Así se obtiene un máximo de expulsión confortable. Una breve pausa y comenzamos de nuevo la inspiración. Durante el pranayama el tiempo de expulsión será el doble del de inspiración. Muy poco a poco ir aumentando gradualmente dichos tiempos hasta un límite natural y confortable.
• Kapalabhati, traducido por "frente brillante", consiste en expulsiones fuertes del aire contrayendo el diafragma hacia arriba con los abdominales relajados. Es como el gesto diafragmático de la nausea hecho voluntariamente y expulsa todo el aire de una vez. Al salir el aire entra la tripa. No es que tiramos de ella, ella se mete empujada por la presión atmosférica.
• Bhastrika, es una variación de Kapalabhati con una ronda de Surya Bedhana o Ujjayi al final.
• Anuloma-viloma, es la respiración alternada o Nadi-Shodana. A este pranayama alterno se le supone el más importante para los principiantes del yoga ya que purifica los nadis (los vasos de energía del prana).
La alternancia de la respiración por cada uno de los conductos nasales es la base de este pranayama que prolonga y extiende la respiración. Su práctica comienza estando sentados, estable y correctamente. La posición de la mano derecha es: utilizamos el pulgar y el anular, meñique de la mano derecha para tapar las fosas nasales manteniendo flexionados los dedos índice y medio sobre la palma. El dedo pulgar se dedicará a cerrar y abrir el conducto nasal derecho, y el anular, meñique el conducto nasal izquierdo).
Un ciclo completo supone:
1º.- Inspirar por el conducto nasal izquierdo presionando y cerrando con el pulgar el orificio nasal derecho.
2º.- Espirar por el conducto derecho abriéndolo y cerrando el conducto izquierdo con el anular.
3º.- Inspirar por el mismo conducto derecho manteniendo la misma posición de los dedos.
4º.- Espirar por el conducto izquierdo abriéndolo y cerrando el derecho con el anular.
• Sitkari consiste en poner la lengua en el paladar mientras se tocan suavemente los dientes y se inhala lentamente por la boca, produciendo un sonido silbante. El aire se exhala despacio y profundamente por la nariz.
• Sitali consiste en poner la lengua en forma de tubo e inhalar lentamente por ella, produciendo un sonido de fricción. El aire se exhala despacio y profundamente por la nariz.
Patanjali dice sobre el pranayama en los Yoga Sutras:
2.49 Una vez que se ha conseguido la postura estable, a la dilatación de la respiración, -de la inhalación y la exhalación- se le llama expansión del prana (pranayama), lo que conduce a la ausencia de alteraciones mentales y es la cuarto de las ocho partes del yoga.
2.50 El pranayama tiene tres aspectos, el flujo hacia afuera (exhalación), el flujo hacia adentro (inhalación), y el tercero, que es la ausencia de ambos durante la transición entre ellos, y es conocida como la suspensión. Estos están regulados por el lugar, hora y número, buscando una respiración cada vez más lenta y sutil.
2.51 El cuarto pranayama es el prana continuo que existe más allá dentro y fuera de todo lo vivo.
2.52 Es a través de pranayama que el velo que cubre la iluminación interior -o la luz interior- se reduce, disminuye y puede desaparecer.
2.53 A través de estas prácticas y procesos de pranayama, que es el cuarto de los ocho pasos del yoga, la mente adquiere o desarrolla la capacidad de quietud concentrada (dharana), que a su vez es el sexto de los pasos del yoga.
El pranayama es la cuarta parte del Yoga expuesto por Patanjali:
De una manera muy clara Patanjali va desde la capa más externa de la mente del hombre poco a poco a las esferas más y más sutiles. La respiración y la mente son estrechamente interdependientes y se interpenetran. El control de la mente aquí evoluciona a través de la relentización de los movimientos de salida y entrada de la respiración. La respiración es el representante material de la fuerza sutil y vital dentro del cuerpo. Imaginad un antiguo reloj de péndulo con sus carga oscilando de un lado al otro, asi es la mente del ser humano basculando entre los gustos y las aversiones. Entre lo maniaco y lo depresivo. E imaginad que ralentizamos las pesa de este reloj y nos fijamos en el fondo estable, quieto e inmóvil y luego en el espacio donde está el reloj. Así el reloj se va deteniendo poco a poco. Así las perturbaciones mentales que nos torturan pueden llegar a un punto muerto, solo si trabajamos en ello todos los días. No cuesta dinero pero hay que ser regular, constante y mantener la práctica cotidianamente.
La suspensión -nunca violenta o forzosa- de la respiración es el objetivo del pranayama. El pranayama es el estudio de esa fuerza vital que mantiene en movimiento la mente y que hace moverse la vida. Si el prana se suspende un momento la mente se queda sin impulso y un estado de silencio aparece. Por un momento se detiene el mundo y eso deja un impacto en la mente. El pranayama es un camino a la paz interior. Es una manera de gobernar eso a lo que no tenemos normalmente acceso directo. Como el prana es una fuerza casi invisible y sutil es un concepto complicado de entender pero sencillo de experimentar. Es como si uno inhalara gravedad y exhalara electromagnetismo.
Las posturas o asanas y el pranayama:
Simultáneamente con la práctica de las asanas, debe trabajarse la regulación de la respiración. Por lo tanto, asanas y pranayama van de la mano. Hay una íntima relación entre la actividad del cuerpo físico y el prana respiratorio.
El prana es la energía que impregna todo y actúa como un intermediario entre el cuerpo y la mente. El prana es más sutil que el cuerpo físico, pero más denso que la mente. El prana se mueve, pero no es el pensar. El prana es más que el aliento. El proceso de la respiración, la inhalación, la exhalación y la suspensión no constituyen el prana por sí mismo, sino que es una indicación de que el prana está trabajando.
No podemos ver el prana normalmente pero si lo sentimos a menudo. No es un objeto físico, pero podemos inferir su existencia por los cambios vitales en nuestro interior.
Algunos sostienen que hay muchas pranas y otros piensan que todo es uno. Ambas cosas son verdad. El prana es en realidad una sola energía, pero parece ser varias cuando se mira desde el punto de vista de su funciones y lugares diferentes.
Cuando sale, funciona en una de sus formas funcionales y se le llama de una forma distinta. Cuando entra, las funciones son otras y recibe otro nombre.
Hay cinco pranas mayores que son:
• prana
• apana
• udana
• samana
• vyana.
Se nombran según donde se coloquen y como se muevan. Todos ellos son una y la misma energía.
Se dice que el centro del prana está en el corazón, el del apana en el suelo pélvico. Hay un tercer tipo de función llamada samana, la fuerza media de la compensación. Su centro es el ombligo. Mantiene la digestión de los alimentos mediante la creación de ese fuego que arde en el ciclo de Krebs rompiendo azúcares y sacando enlaces de alta energía para producir ATP. Es el calor del cuerpo y el sostén del resto de funciones en los sistemas. La cuarta función del prana se llama udana. Su sede está en la garganta. Se le siente como el habla. La quinta función se llama vyana, una fuerza que impregna todo el cuerpo y mantiene la continuidad de la circulación de la sangre en todo el sistema.
Al movimiento del prana se le siente también en muchas otras funciones tales como las nauseas y el bostezo, etc. En todas estas funciones secundarias, adquiere otros nombres como Naga, Kurma, Krikara, Devadatta y Dhananjaya entre otros.
La naturaleza del prana es el movimiento. El prana nunca se va a dormir, al igual que el corazón nunca deja de latir. Por eso el prana es considerado como el guardián del cuerpo y debe ser respetado.
Precauciones con el pranayama:
El verdadero beneficio de pranayama es la ecuanimidad de la mente en la vida diaria. Es peligroso intentar forzarlo o violentarlo. Hay que practicar con prudencia y con suavidad, nunca dando saltos en el camino o tomando atajos. Tratamos de alargar la respiración sin exageraciones. La práctica del pranayama sin control si puede ser peligrosa, por eso Patanjali pone los Yama y Niyama antes que el pranayama. Sin ellos se producen tensiones o turbulencias peligrosas en los centros de energía en el plano etérico.
Cuando el estado físico, moral o emocional no está lo suficientemente purificado, las turbulencias mentales hacen que la persona sufra unas tormentas emocionales que nadie desea. Esto da lugar a una gran presión en los nervios y en el sistema vascular que puede hacer daño a la persona y producir la ruina total o parcial del vehículo físico generando parálisis, locura o daños a la mente puede ser el resultado de intentar avanzar en el pranayama sin un buen guia ni dar importancia al juicio ni a la prudencia.
Un profesor de pranayama es responsable del daño que pueda producir la práctica a sus alumnos. Hay que ser prudentes. La práctica de pranayama debe ser siempre hecha con razón, discriminación, sencillez y facilidad y asegurando la ausencia de molestias en cada paso. Los que buscan poderes o impresionar van por mal camino. Hay que crecer despacio.