9. ¿Cuál es la manera de preguntar para comprender la naturaleza de la mente?
Eso que surge como «yo» en este cuerpo, es la mente. Si uno indaga en cuanto a dónde surge primero en el cuerpo el pensamiento «yo», uno descubre que surge en el corazón. Ese es el lugar de origen de la mente. Sólo con pensar constantemente «yo», «yo», uno será conducido a ese lugar. De todos los pensamientos que surgen en la mente, el pensamiento «yo» es el primero. Sólo después del surgimiento de este pensamiento «yo» surgen los otros pensamientos. Sólo después de la aparición del pronombre personal de la primera persona, aparecen los pronombres personales de la segunda y la tercera persona, sin el pronombre personal de la primera persona, no habrá el segundo ni el tercero.
10. ¿Como se aquieta la mente?
Por la pregunta «¿Quién soy yo?». El pensamiento «¿Quién soy yo?» destruirá todos los otros pensamientos, y al igual que la estaca utilizada para remover el fuego, finalmente ella misma acabará destruida. Entonces, surgirá la Realización del Ser (o la Autorrealización).
11. ¿Cuál es el medio para mantenerse constantemente en la pregunta «¿Quién soy yo?»?
Cuando surgen otros pensamientos, uno no debe perseguirlos, sino que debe indagar: «¿A quién le surgen?» No importa cuántos pensamientos puedan surgir. A medida que surge cada pensamiento, uno debe indagar con diligencia, «¿A quién le ha surgido este pensamiento?». La respuesta que emergerá, será «A mí». Por consiguiente, si uno se pregunta «¿Quién soy yo?», la mente volverá a su fuente, y el pensamiento que surgió se aquietará. Con una práctica repetida de esta manera, la mente desarrollará la pericia para permanecer en su fuente. Cuando la mente, que es sutil, sale a través del cerebro y de los órganos de los sentidos, aparecen los nombres y las formas, cuando permanece en el corazón, los nombres y las formas desaparecen. No dejemos que la mente salga, sino retenengámosla en el corazón, eso es lo que se llama «interiorización». Dejar que la mente salga del Corazón es conocido como «exteriorización». Así pues, cuando la mente permanezca en el corazón, el «yo», que es la fuente de todos los pensamientos, desaparecerá, y el Ser, que existió siempre, brillará. Todo lo que uno hace, uno debe hacerlo sin la egoidad del «yo». Si se actúa de esa manera, todo aparecerá como parte de la naturaleza de Dios.
12. ¿No hay ningún otro medio para aquietar a la mente?
No hay ningún otro medio tan adecuado. Si se busca controlar a la mente a través de otros medios, la mente parecerá estar controlada, pero reaparecerá de nuevo. También a través del control de la respiración la mente se aquieta, pero estará quieta solo mientras el aliento permanezca suspendido. Cuando el respirar se reanude, la mente también comenzará a moverse de nuevo y divagará impelida por las impresiones residuales. El origen es el mismo tanto para la mente como para la respiración. En verdad, el pensamiento es de la naturaleza de la mente. El pensamiento «yo» es el primer pensamiento de la mente, y eso es la egoidad. Donde se origina la egoidad, también se origina la respiración. Por consiguiente, cuando la mente se aquieta, la respiración queda controlada, y cuando el respirar queda controlado, la mente se aquieta. Pero en el sueño profundo, aunque la mente se aquieta, la respiración no se detiene. Esto se debe a la voluntad de Dios, para que el cuerpo pueda ser mantenido y para que las demás gentes no tengan la impresión de que uno está muerto. En el estado de vigilia y en extasis, cuando la mente se aquieta, la respiración queda suspendida. La respiración es la forma grosera de la mente. Hasta el momento de la muerte, la mente mantiene la respiración en el cuerpo, y cuando el cuerpo muere, la mente se lleva la respiración con ella. Por consiguiente, el ejercicio del control de la respiración es sólo una ayuda para hacer a la mente silenciosa, pero esto no aquietará la mente. Al igual que con la práctica del control de la respiración, la meditación en Dios, la repetición de oraciones, la restricción en la alimentación, etc., no son más que ayudas para hacer a la mente quieta y tranquila.
A través de la meditación en Dios y a través de la repetición de oraciones, la mente queda concentrada. De otra forma la mente siempre estará vagando. Así como cuando se da una cadena a un elefante para que la sostenga con su trompa, este se dedicará solamente a sostener la cadena y a nada más, así también cuando la mente está centrada con un nombre o una forma sólo se aferrará a eso. Cuando la mente se expande en forma de incontables pensamientos, cada pensamiento es más y más débil, pero cuando los pensamientos se disuelven, la mente queda concentrada y fuerte. Para una mente así, la auto indagación sobre el Ser es fácil. De todas las disciplinas autorestrictivas, la que se refiere a la toma de alimento limpio en cantidades moderadas, es la mejor, observando esta regla, la cualidad luminosa de la mente aumentará, y será de gran ayuda para la indagación del Ser.
13. Las impresiones residuales (tendencias) parecen llegar como las olas en un océano. ¿Cuándo serán destruidas todas ellas?
A medida que la meditación sobre el Ser se haga cada vez más elevada, ellas serán destruidas.
14. ¿Es posible que las impresiones residuales, que vienen por así decir de un tiempo atrás, se disuelvan y que uno permanezca como el puro Ser?
Sin ceder a la duda «¿Es posible o no?», uno debe aferrarse persistentemente a la meditación sobre el Ser. Incluso si uno es un gran pecador, uno no debe inquietarse y llorar «¡Oh!, yo soy un pecador! ¿Cómo puedo yo ser salvado?», uno debe renunciar completamente al pensamiento «yo soy un pecador», y concentrarse fervientemente en la meditación sobre el Ser. Entonces, ciertamente, uno triunfará. No hay dos mentes, una buena y la otra mala, la mente es sólo una. Son las impresiones residuales las que son de dos tipos, auspiciosas y no auspiciosas. Cuando la mente está bajo la influencia de las impresiones auspiciosas, se llama buena, y cuando está bajo la influencia de las impresiones no auspiciosas, se le considera como mala.
A la mente no debe permitírsele divagar hacia los objetos mundanos ni hacia lo que concierne a otras gentes. Por muy malas que otras gentes puedan ser, uno no debe tenerles odio. Tanto el deseo como el odio deben ser evitados. Todo lo que uno da a los demás, se lo da a uno mismo. Si se comprende esta verdad, ¿quién no dará a los otros? Cuando surge el Ser de uno, todo surge, cuando el Ser de uno se aquieta, todo se aquieta. En la medida en que nos comportemos con humildad, en esa medida habrá buenos resultados. Si la mente se torna quieta y tranquila, uno puede vivir en cualquier parte.
15. ¿Cuánto tiempo debe ser practicado esto?
Mientras hay impresiones en la mente se requiere la auto indagación, preguntarse el «¿quién soy yo?». A través de esta pregunta y a medida que los pensamientos surgen estos deben ser disueltos inmediatamente en el mismo lugar de origen. Si uno recurre a la contemplación del Ser ininterrumpidamente, hasta que el Ser es obtenido, eso sólo le bastará. Mientras haya enemigos dentro de una fortaleza, continuarán saliendo, si son destruidos a medida que salen, la fortaleza caerá en nuestras manos.
16. ¿Cuál es la naturaleza del Ser?
Lo que existe en verdad, es sólo el Ser. El mundo, el alma individual y Dios, son apariencias en él. Lo mismo que la ilusión de que hay plata en una concha de la madreperla, esos tres aparecen y desaparecen al mismo tiempo. El Ser es donde no hay absolutamente ningún pensamiento acerca de un «yo». Es llamado «Silencio». El Ser es el mundo, es el «yo» y es Dios. Todo es Dios, el Ser.
17. ¿No es todo la obra de Dios?
Sin deseo, propósito o esfuerzo, el sol sale, y en su mera presencia, la piedra solar emite fuego, el loto florece, el agua se evapora, las gentes cumplen sus diversas funciones, sus diversas actividades, y entonces descansan. Lo mismo que en la presencia del imán la aguja se mueve, por virtud de la mera presencia de Dios las almas gobernadas por los tres impulsos cumplen sus acciones y descansan, de acuerdo con sus respectivos karmas. Dios no tiene ningún propósito, ningún karma (acto) se adhiere a Él. Lo mismo sucede con las acciones mundanas, que no afectan al sol, o como los méritos y deméritos de los elementos, que tampoco afectan al omnipenetrante espacio.
18. De los devotos, ¿quién es el más grande?
El que se entrega al Ser, que es Dios, es el devoto más excelente. Entregarse uno a Dios, significa permanecer constantemente en el Ser sin dejar sitio a que surja algún pensamiento diferente. Cualquier peso que se pone en Dios, Él lo soporta. Puesto que el poder supremo de Dios hace que todas las cosas se muevan, ¿por qué, sin someternos a él, debemos inquietarnos nosotros constantemente con pensamientos sobre lo que debe ser hecho y cómo, y sobre lo que no debe ser hecho y cómo? Nosotros sabemos que el tren lleva toda la carga, de modo que después de subirnos a él, ¿por qué debemos llevar nuestro pequeño equipaje sobre la cabeza, para nuestra incomodidad, en lugar de ponerlo en el tren y sentirnos cómodos?